Alberto Nicolás Arenas, de 29 años, murió a tiros por la policía de Downey, California, en el patio de su propia casa. El hispano estaba lanzando cohetes de pólvora cuando un vecino lo reportó con las autoridades por asustar a su mascota. Arenas, quien sufría de una enfermedad mental, dejó huérfanos a dos niños pequeños.
Mira también: Dos hermanos hispanos son acribillados a tiros dentro de su auto: habían salido a comprar el almuerzo.