Miguel Ángel estuvo al borde de la muerte tras un accidente cuando lo perseguía Sean Wolfington, un empresario que rentó una casa donde el hispano dejó una maleta. El hombre cuenta que lo siguió porque pensó que habían robado o violentado a su familia, pero Ángel había dejado el equipaje porque trabajaba prestando el servicio de mensajería en un aeropuerto. Él fundó una fundación que ofrece ayuda para protegerse en situaciones de peligro. Para mayor información visita
www.angelspage.org.