Los vecinos de las cinco víctimas mortales de la masacre en Cleveland, Texas, elevaron plegarias en memoria de los hondureños asesinados y aseguraron sentirse aterrados ante la posibilidad de que Francisco Oropesa, principal sospechoso del tiroteo, regrese a la escena del crimen. Una madre de esta comunidad reveló que, luego de estas muertes, decidió comprar un arma para defender a su familia.
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