Del llanto a la felicidad: entre lágrimas pedía que no la desalojaran, pero posteriormente cumplió un sueño
Glennys Beco, de 38 años, vivía en una casa hecha de metal y madera, no tenía agua potable ni electricidad, pero fue desalojada en relación a un supuesto caso de estafa. Ahora ella y sus pequeños gritan de felicidad, pues una fundación le donó una vivienda con espacio para un negocio.
Del llanto a la felicidad: entre lágrimas pedía que no la desalojaran, pero posteriormente cumplió un sueño
Glennys Beco, de 38 años, vivía en una casa hecha de metal y madera, no tenía agua potable ni electricidad, pero fue desalojada en relación a un supuesto caso de estafa. Ahora ella y sus pequeños gritan de felicidad, pues una fundación le donó una vivienda con espacio para un negocio.