📸 "Queremos justicia": Una bebé es brutalmente golpeada por su cuidadora en una guardería clandestina
Cuando la policía arribó al lugar, los uniformados supieron que la abusadora cuidaba 13 niños en su casa y que la pequeña fue trasladada a un centro de salud para que fuera atendida de los traumatismos muy severos que padecía.
La mujer fue grabada desde el techo de una casa aledaña por una vecina que se alarmó al escuchar los gritos de la niña. La pequeña fue llevada al hospital con traumas severos.
La policía arrestó a la cuidadora, quien tenía bajo su custodia al menos 13 menores. La guardería clandestina estaba localizada en un barrio de bajos recursos en Bogotá, Colombia.
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Harta de escuchar todos los días el llanto de la bebé, una mujer decidió subir hasta la azotea de su casa y grabar con su celular por medio de un agujero hasta la vivienda aledaña a su casa donde pudo observar a una mujer golpeando brutalmente a una pequeña de nueve meses.
“Oiga señora, ¡la va a matar!”, se escucha el reclamo de la vecina, al ver cómo en esa casa del municipio colombiano de Chía se golpeaba en la cabeza y espalda a la bebé, para después sacudirla salvajemente.
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El video en el que quedó de evidencia el maltrato de Leidy Ortega, una cuidadora informal de 42 años que tenía una guardería clandestina en su casa,
fue compartido a la policía y a la madre de la bebé maltratada.
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“Me avisó una avecina que estaban agrediendo a mi hija”, cuenta afligida Karen Mendoza.
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Cuando la policía arribó al lugar, los uniformados supieron que Ortega cuidaba 13 niños en su casa.
“La pequeña fue trasladada a un centro de salud para que fuera atendida de los traumatismos muy severos que padecía”, dijo el Mayor Edgar Monje, del Departamento de Policía Infancia y Adolescencia.
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Mientras tanto, aunque Ortega negó todo,
el video fue suficiente evidencia para que quedara bajo custodia de las autoridades.
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Tras darse a conocer la noticia, familiares de todos los niños
intentan saber si sus pequeños también fueron lastimados por Ortega.
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“Queremos que haya justicia”, dice Ana María Buitrago, abuela de uno de los menores bajo el cuidado de Ortega,
a quienes tuvieron que acudir porque era lo que les alcanzaba para pagar.