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📸 Un adolescente en estado vegetal tras recibir un disparo en la cabeza de un conductor furioso
“Yo no acepto esta realidad, mi fe y mi instinto de madre no lo acepta. Mi hijo se va a parar de esa cama, va a caminar y me va a pedir irnos a casa”, dice su madre, a pesar de los pronósticos fatalistas de los médicos.
Un adolescente fue baleado cuando iba en el asiento del copiloto del auto de su hermana. El sospechoso iba a bordo de una camioneta y al parecer se molestó por que le pitaron tras haber hecho una maniobra peligrosa al volante.

Todo comenzó con un simple reclamo vehicular el pasado 24 de septiembre. El cuñado de Gabriel sintió que el chofer de una camioneta junto a su automóvil acababa de realizar una maniobra temeraria, por lo que le tocó el claxon. Es simple y rutinaria acción cambiaría la vida de una familia hispana en Dallas, Texas.

Sacado de sí y furibundo, el conductor de la camioneta no se detuvo a razonar lo que estaba a punto de hacer, por lo que, sin perder tiempo y dejar de conducir, comenzó a balear el vehículo en el que Gabriel ocupaba el asiento del copiloto, recibiendo el impacto de 5 balas; una de ellas en su cabeza.

Desde ese día y hasta la fecha, Mirtha Robles se mantiene junto a la cama de aquel hospital donde su hijo Gabriel, de 14 años, se aferra a la vida, tras perder un ojo y ser diagnosticado con estado vegetal.

“Yo me estoy muriendo por dentro porque no merece estar pasando por esto y, al verlo así, simplemente me duele”, precisó Robles

El recuerdo de lo sucedido aquel día todavía atormenta a Natalie Zamora, hermana de Gabriel, quien iba en el vehículo y no olvida cómo vio a su hermano “lleno de sangre” y teniendo dificultades para respirar, al haber sido impactado por las balas solo él.

“Lo impactaron en el brazo, mano y en la cabeza, por lo que lo tuvieron que operar”, rememora Robles.

Por si fuera poco, del agresor no se tiene información alguna, aunque las autoridades aseguran que tienen pistas que las acercan a su detención. “Estamos trabajando duro para dar con este tipo de conductores irresponsables porque no vamos a tener ningún tipo de tolerancia”, contó el vocero de la policía de Dallas, Juan Fernández, quien explicó que el sospechoso podría pasar hasta 99 años en prisión o ser condenado a la pena capital.

Mientras tanto, junto a su madre, también hay decenas de mensajes escritos de familiares y amigos que se han acercado para desearle lo mejor a Gabriel, con la esperanza de que un día mejore, a pesar de los pesimistas pronósticos de los médicos.
