Wilfredo Cintrón es un vendedor de helados que lleva décadas trabajando en Chicago y quien ha tenido que superar diversas adversidades. Recientemente, delincuentes lo agredieron a él y a su hijo mientras laboraban y les quitaron todo lo que tenían de valor. Sin embargo, esto no hizo que el hombre se diera por vencido y al día siguiente de los hechos volvió a su empleo. “Desde que uno ande con Dios nada le pasa”, dijo.
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