En Miami y al aire libre, el mandatario fue cuestionado por no condenar el supremacismo blanco y decidió evadir los señalamientos diciendo que su rival demócrata es “antifa”. Por su parte, el exvicepresidente estuvo en Philadelphia y allí arremetió contra la actual administración por el manejo de la pandemia y la nominación de la jueza Amy Coney Barrett.
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