El paso de Eta dejó más de 200,000 damnificados en este estado mexicano y su situación podría complicarse con la llegada de un frente frío que se anticipa dejará más lluvias y desbordamiento de ríos. Los habitantes se han visto obligados a trasladarse en lanchas, algunos se resguardan en la segunda planta de sus casas, aunque ya muchas de ellas también se han inundado. "La gente está en el agua, tiene sed y hambre", dice una víctima que pide la ayuda del presidente AMLO.
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