Demócratas, e incluso algunos de sus partidiarios republicanos, coinciden al afirmar que las denuncias del presidente “no son reales”, no tienen fundamento y son un intento por deslegitimar el voto por correo y los resultados parciales de las elecciones. Por su parte, miembros de la campaña de Trump aseguran que en ciudades como Filadelfia no les permitieron estar presentes en la revisión de sufragios.
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