Mientras muchos protestan y exigen que no se permita la presencia de agentes federales en Chicago ni en otras ciudades donde serían enviados, hay quienes defienden esta medida, como John Laush, fiscal del Distrito Norte de Illinois, que confía en que la nueva tecnología que traen los uniformados ayudará a combatir la violencia con armas de fuego. Autoridades señalan que podrían procesar con mayor rapidez evidencias recolectadas en las escenas.
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