Joaquín Ciria fue arrestado en 1990 y condenado a cadena perpetua por la muerte a tiros de Félix Bastarrica. Aunque nunca hubo pruebas en su contra, pasó más de tres décadas tras las rejas. El hispano, de 61 años, fue exonerado por una corte de San Francisco, California, en el primer caso aprobado tras la conformación de una comisión para revisar condenas.
Más noticias aquí.