Miles de trabajadores de hospitales en el mundo tienen que manipular la basura contagiosa que día a día genera un centro médico y que nadie quiere transportar. Es el caso de Armando Acosta, un argentino que labora hace 13 años en el hospital Jackson Memorial en Miami. "No me siento un héroe, pero me duele cuando no es reconocido el trabajo", precisó el hispano, quien ya recibió la vacuna de Pfizer contra el covid-19.
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