Fernando Uriel Arroyos, de 27 años, fue asesinado a balazos en el sur de Los Ángeles. El joven policía hispano estaba fuera de servicio cuando llegó al vecindario con su novia porque buscaban comprar una casa. Según información, unos sospechosos intentaron robarlo, pero él se enfrentó con ellos a tiros. El uniformado fue transportado al hospital, pero allí lo declararon muerto.
Más noticias aquí.