Las investigaciones indican que los padrastros de los niños, de 5 y 7 años de edad, eran el blanco del ataque de grupos rivales por hechos vinculados con drogas. Expertos en el fenómeno del narcotráfico manifiestan que las reglas no escritas entre estas organizaciones delincuenciales sobre no hacer daño a infantes, mujeres y familias ya no se respetan.