El concierto reunió a cientos de personas que corearon mensajes de odio, realizaron saludos nazis y portaron esvásticas y tatuajes hitlerianos. Mientras las autoridades investigan a los organizadores del evento, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que estas reuniones ultraderechistas no serán aceptadas en la capital mexicana. "El fascismo y el nazismo hay que condenarlos", dijo Sheinbaum.
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