La cifra proviene de un análisis de la Universidad de California, llamado 'Trabajadores esenciales pero desechables', e indica que ellos pagan anualmente 250 millones de dólares en impuestos, pero una vez pierden sus trabajos se convierten en familias "desechables". "Estos trabajadores arriesgan sus vidas bajo el coronavirus", dice Kevin de León, presidente emérito del Senado de California.
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