Arlene Ramírez, quien es directora de la sala de urgencias del Hospital Northwell de Nueva York, se ofreció como voluntaria para recibir la vacuna de Moderna y relata que lo hizo porque no desea “ver de nuevo la tristeza de sus familiares” por culpa del coronavirus. Afirma que han sido meses muy difíciles, pero espera que con la inmunización el riesgo disminuya considerablemente.
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