Las llamas fuera de control en diversos puntos del estado han obligado a las autoridades a pasar casa por casa para sacar a quienes se encuentran en mayor riesgo. El clima y los fuertes vientos que se han venido registrando complican la labor de los bomberos que buscan la manera de superar la conflagraciones que, a lo largo del año, han consumido mas de dos millones de acres.
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