Érick Rincón es un adolescente de 16 años que, a pesar de haber nacido con un defecto congénito, pudo desarrollar la capacidad de jugar fútbol como si no tuviese ningún impedimento. De hecho, su tenacidad lo ha llevado a destacarse en la natación e, incluso, logró aprender a montar bicicleta moviendo únicamente un pedal, demostrando así que “las limitaciones solo están en la mente”.
Más noticias aquí.