La disposición entraría en vigor para los próximos dos partidos de la selección mexicana y los 2,000 asistentes que tendrán autorización para entrar al estadio estarán plenamente identificados para así sancionarlos en caso de que coreen cánticos homofóbicos o discriminatorios. La medida no ha caído bien entre los aficionados, ya que creen que se les está privando de una libre expresión en medio de la pasión que despierta el fútbol.
Más noticias aquí.