Según cifras oficiales, unos 130,000 alumnos del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) no asistieron a la primera semana de clases y la razón de muchos fue por sospechas o confirmación de que tenían coronavirus. A esto se suma que cientos de padres de familia prefirieron mantener a sus hijos en casa, ya que consideran un riesgo enviarlos a las aulas en medio de esta nueva ola de casos ocasionada por ómicron.
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