El calor extremo hace que las condiciones laborales de los empleados del campo y de las construcciones sean un calvario, teniendo que esforzarse muchas veces bajo temperaturas que superan los 100 grados Fahrenheit. Ante esta situación, el presidente Biden ordenó la redacción de nuevas reglas de seguridad. Lady Rangel, del sindicato de trabajadores agrícolas, asegura que estas “son tan básicas como agua fresca, descansos y sombras”.
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