Testigos aseguran que el pasado 29 de diciembre la presunta víctima, internada en el centro médico Hacienda Healthcare en Phoenix, entró en proceso de parto y una enfermera tuvo que ayudarla a sacar el bebé ya que su estado de inconsciencia profunda le impedía pujar. El ADN del recién nacido es clave para resolver el caso y las autoridades tendrán que investigar a todos los enfermos, médicos, personal y hasta familiares que tuvieron acceso a la paciente.