Autoridades locales y estatales buscan por aire y tierra a Francisco Oropesa, el sospechoso de la masacre en Cleveland, Texas, en la que murieron cinco miembros de una misma familia, entre ellos un niño de 9 años. De acuerdo con el Servicio de Inmigración y Aduanas, Oropesa entró de manera ilegal a Estados Unidos y había sido deportado en cuatro ocasiones en los últimos 14 años. Por información que dé con su paradero hay una recompensa de 80,000 dólares.
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