Esta radical medida de la actual administración supuestamente busca aliviar el daño económico que han sufrido los propietarios de huertas y granjas por culpa de la pandemia. Sin embargo, varios grupos sindicales ya analizan una defensa para revertir dicha decisión, argumentando que quienes trabajan en el campo merecen todo el apoyo debido a que su labor ha resultado esencial en medio de la crisis actual.
Más información aquí.