La administración dice que con las nuevas reglas propuestas pretende dedicar más recursos a las solicitudes de asilo de personas sin antecedentes criminales, rechazando automáticamente no solo a convictos por crímenes mayores, sino también a aquellos que reingresen sin permiso a EEUU. El plan también negaría el refugio a quienes cometan faltas hasta ahora consideradas menos graves, como conducir bajo la influencia del alcohol.