Heriberto Carrillo, de 68 años de edad, cuenta que no le pagan muy bien cosechando frutas, pero el dinero no es su motivación, pues el campo es una de sus dos pasiones: la otra es apagar incendios. Cuando no está en la cosecha trabaja de bombero, como lo hace desde que llegó a California. "Voy a trabajar hasta que Dios me dé licencia", precisó el hispano.
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