En Scottsdale, Arizona, 199 personas optaron por ser criopreservadas con la esperanza de volver a vivir en el futuro. Max More, de la Fundación de Extensión de la Vida de Alcor, asegura que muchos de sus “pacientes” sufrían enfermedades terminales y eligieron congelar de esta manera sus cuerpos para que una vez que se encuentren las curas puedan regresar a la vida. Un experto nos cuenta cómo se lleva a cabo este proceso.
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