Al menos 130 centroamericanos en la movilización llegaron en autobuses a Tijuana, lo más cerca que han estado de la frontera desde que comenzaron el viaje. En el albergue Juventud 2000 les han brindado ayuda para que continúen hacia el país vecino en busca de asilo. El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, calificó la caravana como un intento deliberado por abrumar el sistema (de inmigración) y ordenó emplazar suficientes fiscales y jueces para procesar los casos.