El rey Carlos III se dirigió por primera vez a los británicos como monarca y en un conmovedor mensaje agradeció a su madre, la reina Isabel II, por sus 70 años de reinado y precisó que "ella se sacrificó por su deber". "Yo le rindo tributo a la memoria de mi madre y honro su vida se servicio", dijo. También, prometió lealtad y respeto al pueblo, y mantener las "tradiciones preciosas, las libertades y responsabilidades".
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