La familia Bonilla permaneció en su casa en Kissimmee, Florida, mientras pasaba el huracán Ian, pero poco a poco el agua fue inundando la vivienda que quedó con graves daños. "Movía cosas para salvarlas, pero de repente comenzamos a ver que el agua estaba indetenible y todo empezó a llenarse", relató Ivette Bonilla. Estas personas solicitarán asistencia de FEMA, ya que no esperaban un impacto de tal magnitud y tampoco contaban con un seguro contra inundaciones.
Sigue aquí nuestra cobertura sobre el impacto del huracán Ian en Florida y Carolina del Sur.