Algunos de los trabajadores permanecen aislados porque se contagiaron por covid-19 y otros por haber estado expuestos al virus. De los 1,969 empleados en cuarentena, 1,275 hacen parte de los grupos que patrullan las calles, lo que implica un riesgo en seguridad. El estado de California sigue en crisis por la propagación de la enfermedad y muchas ciudades, como Los Ángeles, están al borde del colapso hospitalario.
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