Siete de los nueve magistrados de la Corte Suprema rechazaron escuchar la demanda del gobierno Trump, dejando que continúe intacta la ley santuario en California. Desde su entrada en vigor en 2018, la legislación prohíbe la colaboración de la policía del estado en la detención y deportación de inmigrantes que no sean peligrosos. "Es una victoria de los derechos humanos y civiles de los indocumentados", dijo Kevin de León, presidente emérito del Senado de California y ponente de la ley.
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