Por los tradicionales canales de Xochimilco llega esta curiosa flor que, según la tradición, es la que guía a las almas durante el 1 y 2 de noviembre hasta los altares que se colocan en los hogares mexicanos. Si bien sus productores sufrieron los estragos de la pandemia en 2020, esperan que durante la celebración de este año las ventas ayuden no solo a la anhelada recuperación económica, sino también a retomar este infaltable ritual.
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