Cientos de mujeres y hombres tomaron las armas para evitar la incursión de grupos criminales y la tala descontrolada que pone en peligro un bosque en Zitácuaro, Michoacán, y parte del Santuario de la Mariposa Monarca. “Sabemos cómo trabaja la delincuencia, pero nosotros seguimos de pie tratando de conservar lo que nuestros antepasados nos dejaron”, dijo un habitante del área que hace parte del amplio grupo de personas que dicen estar dispuestas a luchar para defender su zona.
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