Los migrantes, en su mayoría mujeres y niños, habían cruzado la frontera por el Río Bravo para solicitar asilo en Estados Unidos. "Después de que cruzamos el río, de ahí migración nos agarró y nos llevaron a un puente. Ahí estuvimos por cuatro días, de ahí nos llevaron para el avión y después nos deportaron para acá", contó Elsa Arévalo, una madre que fue expulsada a Nogales, México.
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