Decenas de familias de migrantes centroamericanos se han instalado a la orilla del río Coatán, en Chiapas, ante la falta de espacio en albergues. “Aquí la situación es dura y nos vinimos al río porque no tenemos dinero para pagar algo”, señaló una venezolana. Chozas de madera, plástico, basura y llantas son observadas cerca de este caudaloso río. Sin embargo, pese esta difícil situación los inmigrantes no pierden la esperanza de seguir avanzando hacia EEUU.
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