Son fabricados en Alameda, California, su fuente de energía es la solar y recopilan información que es transmitida de inmediato a los científicos, la cual puede llegar a ser crucial para salvar vidas. "Con estos drones podemos entender lo que está pasando con el mar y la atmósfera, y es algo de lo que casi no tenemos datos", precisó Shirley Murillo, subdirectora del Centro de Huracanes NOAA.
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