Andry Hernández, un joven maquillador que forma parte de la comunidad LGBTQ+, en 2024 huyó de Venezuela en busca de asilo; sin embargo, fue detenido y deportado al Cecot tras presentarse a su cita de inmigración. Hoy narra las torturas y agresiones que tuvo que padecer en una celda de aislamiento cuando las autoridades se enteraron de su inclinación sexual. “Mi integridad quedó por el suelo”, señaló.
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