Una madre y su hijo caminaban por el barrio de Grays Ferry cuando escucharon entre dos a tres detonaciones de un arma de fuego. La mujer vio a varios hombres vestidos de ropa oscura huyendo del lugar y al mirar a su pequeño notó que tenía una herida de bala en la mejilla. Afortunadamente, recibieron la ayuda de los bomberos de una estación cercana.

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