La orden de toque de queda en la ciudad fue completamente ignorada por los vándalos que han atacado las tiendas de lujo y productos electrónicos, así como departamentales. Gelena Solano reportó que la madrugada del martes 8,000 policías fueron destinados para controlar los disturbios, pero los esfuerzos no fueron suficientes ni lograron impedir los saqueos, ya que incluso predominaron los ataques a los uniformados.