No permitas que la suciedad se acumule en su interior y haz que siempre brillen por fuera. Descubre cómo lograr que tus electrodomésticos luzcan como nuevos.
Puedes comenzar con el refrigerador. Para ello es preciso que saques todo lo que haya dentro, incluyendo los cajones y estantes. Es importante hacer una limpieza a profundidad por lo menos una vez al mes para evitar la formación de hongos y malos olores.
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Es muy importante que cuando algún líquido o alimento se derrame, retires los restos de inmediato. Para economizar energía, es fundamental sólo abrir las puertas del refrigerador cuando sea necesario y cerrarlas lo antes posible.
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El microondas es uno de los electrodomésticos que más se usa y quizá el que más acumula grasa y suciedad. Utilizando siempre las “tapas” para microondas para cubrir los alimentos, podrías evitar las odiosas salpicaduras y mantenerlo limpio por más tiempo.
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Al igual que con el refrigerador, limpia muy bien la puerta exterior, especialmente el picaporte o agarradera, así como los sellos plásticos de las puertas. No olvides de lavar el plato giratorio con frecuencia.
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Para los amantes del café, la cafetera es un electrodoméstico que no puede faltar. Limpia con frecuencia los componentes internos: tubo, filtro, depósitos y embudo para el café. También debes asear el exterior de la cafetera para evitar manchas o la acumulación de residuos de café.
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Para evitar la acumulación de restos de pan en el fondo de la tostadora, no te olvides de darle la vuelta y sacudirla. Cada dos semanas, o antes, dependiendo de la frecuencia con que lo uses, deberías desmontar la parte inferior y limpiar a profundidad, al igual que la parte exterior de la tostadora.
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Fuera de la cocina, la lavadora es uno de los electrodomésticos más importantes de tu hogar. Se recomienda realizar cada dos meses una limpieza de los compartimientos y al finalizar el lavado, dejar abierta la puerta para que se ventile y evitar que quede humedad por dentro. Procura limpiar el exterior cada vez que la uses.