Hasta Reynosa, Tamaulipas, llega Felicia Rangel luego de conducir por una hora desde Brownsville, Texas. Ella es una voluntaria con raíces mexicanas que se dedica a enseñar inglés a los niños del campamento mientras sus padres esperan por una respuesta a su petición de asilo. No es la única, como ella hay más voluntarios que aportan su granito de arena.