“Gracias a Dios estoy aquí”: el interminable flujo de migrantes en la frontera sur de EEUU
Francisco Cobos fue testigo de que, en plena madrugada, unos 200 indocumentados –entre los que hay lo mismo familias que menores no acompañados—cruzan la frontera por el río Grande hasta entregarse a la Patrulla Fronteriza en Texas. Casa vez son más quienes se aventuran en el peligroso camino con la promesa de alcanzar el sueño americano.
“Gracias a Dios estoy aquí”: el interminable flujo de migrantes en la frontera sur de EEUU
Francisco Cobos fue testigo de que, en plena madrugada, unos 200 indocumentados –entre los que hay lo mismo familias que menores no acompañados—cruzan la frontera por el río Grande hasta entregarse a la Patrulla Fronteriza en Texas. Casa vez son más quienes se aventuran en el peligroso camino con la promesa de alcanzar el sueño americano.