Despertar y salir de la cama inmediatamente puede resultar difícil, sobre todo porque los músculos de nuestro cuerpo están rígidos tras haber permanecido en reposo durante toda la noche.
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Sin embargo, puedes cambiar eso si tan sólo pones en práctica ejercicios de calentamiento y estiramiento antes de salir de la cama y tocar el suelo con los pies.
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Al realizar estos ejercicios, además de ayudar a tu cuerpo a despertar, también mejorará tu circulación.
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Asimismo, al preparar tu cuerpo con estos ejercicios antes de levantarte, podrás prevenir caídas y ser mucho más cuidadosa.
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Antes de comenzar, debes realizar un calentamiento, el cual hará que la sangre fluya para que los músculos sean más flexibles y se preparen para el estiramiento.
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No es necesario que hagas un gran calentamiento, pues al pasar toda la noche entre las sábanas, los músculos están más calientes, por lo que sólo bastará con que realices algunas flexiones en tus articulaciones.
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Como tip, quítate las sábanas antes de realizar los estiramientos para evitar que te enredes, además tendrás más espacio.
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Acostada, flexiona las extremidades inferiores, es decir, levanta las rodillas y sube y baja los pies. Asimismo, gira los tobillos y muévelos hacia adelante y hacia atrás.
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Ahora, siéntate sobre la cama. Gira la cabeza lenta y suavemente a la izquierda y a la derecha un par de veces. Después de haber realizado estos ejercicios, estarás lista para comenzar a estirar.
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Realiza cada estiramiento durante 30 a 60 segundos, y sobre todo, no forces o rebotes, ya que podrías dañar los músculos. El estiramiento puede liberar sustancias químicas, las cuales hacen que el cuerpo se sienta bien, además de lubricar las articulaciones.
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Pies. Estira las piernas a lo largo de la cama y flexiona las puntas de los pies hacia arriba y hacia abajo, lo más que puedas, manteniendo la posición por algunos segundos. Hazlo por al menos 10 veces para que, de esta manera, se active la circulación desde tus pies a las piernas.
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Piernas. Mantén la posición anterior, pero ahora flexiona las rodillas hasta tu pecho, no te preocupes si no alcanzas, pero haz lo máximo que puedas. Al mismo tiempo que flexionas las rodillas, respira profundamente. Mantén la posición durante unos segundos y luego exhala lentamente el aire por la boca mientras estiras las piernas. Realiza 10 repeticiones.
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Espalda. Para realizar este ejercicio necesitas sentarte sobre la cama con las piernas cruzadas y la columna recta. Entrelaza los dedos de tus manos y estira los brazos por encima de tu cabeza con las palmas hacia arriba. Ahora, inclina tu torso hacia un lado sin bajar los brazos, y haz lo mismo hacia el otro lado. Haz dos repeticiones de cada lado.
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Brazos. Vuelve a acostarte y estira los brazos por encima de tu cabeza todo lo que puedas; también estira tus manos y gira las muñecas de adentro hacia afuera y viceversa para activar la circulación.
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Hombros. Siéntate en el borde de la cama con los pies apoyados en el piso. Mantén la espalda recta y gira los hombros hacia adelante y hacia atrás. También haz movimientos de arriba y abajo suavemente sin arquear la columna.
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Cuello. Mantén la posición anterior y coloca las manos sobre los muslos. Inclina la cabeza hacia abajo y mantente así durante unos segundos. Después, haz lo mismo, pero ahora con la cabeza inclinada hacia atrás. Realiza el mismo estiramiento, pero inclinando la cabeza hacia los lados.