10 consejos que debes tomar en cuenta si eres mamá primeriza
La ilusión por el nacimiento del primer hijo podría verse afectada por los cambios importantes de un nuevo estilo de vida, por lo que aquí te dejamos algunos consejos que pueden ayudarte a manejar esta bella etapa sin muchas complicaciones.
Estar embarazada es una de las etapas más bellas que muchas mujeres experimentan, sobre todo cuando se trata del primogénito.
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Y aunque un primer hijo trae consigo mucha ilusión y felicidad, algunas veces puede dificultar acostumbrarse a un nuevo estilo de vida y muchos cambios y ritmos importantes del día a día.
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Es por eso que te daremos algunos consejos que pueden ayudarte con tu nuevo papel de madre primeriza y hacer lo mejor posible para ajustar tu vida.
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Ejercítate. Cuidar a un recién nacido es muy exigente, pues muchas veces requiere de más tiempo y suele ser cansado mentalmente. Realizar alguna actividad física te puede ayudar a liberarte de tensiones y generar endorfinas, lo que te hará sentir mucho mejor.
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Probablemente no quieras moverte más de lo que ya lo estás haciendo atendiendo al bebé, pero prueba con una caminata ligera, y si tienes oportunidad, busca un grupo de recuperación post-parto, el cual es dirigido por fisioterapeutas con el fin de fortalecer el suelo pélvico y abdomen para recuperar tu figura.
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El nuevo ritmo de vida y el poco sueño pueden hacer que quieras comer a cada momento y lo que te encuentres, por lo que deberás organizarte muy bien para hacer tus comidas correspondientes, pero con alimentos saludables, además de beber mucha agua para mantenerte hidratada y sentirte bien.
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Duerme. Este es uno de los puntos más importantes para las mamás primerizas, pues el bebé consumirá mucho del tiempo que se tenga, sobre todo en la noche, por lo que se deberá aprovechar el tiempo libre disponible para dormir.
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Descansar bien es fundamental para la salud, y sobre todo para tener energía para atender las demandas del bebé con mucha paciencia y buen humor. Aprovecha cuando tu bebé duerme para hacerlo también.
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Acepta la ayuda. Aunque seamos capaces de hacer más de una cosa a la vez, a veces debemos dejarnos ayudar por quienes están a nuestro alrededor, sobre todo en las primeras semanas después del parto.
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Permite que tus seres queridos y tu pareja te apoyen en todo momento y en lo que les sea posible, ya sea en hacer la comida, lavar la ropa o dejar que cuiden a tu bebé mientras descansas.
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Límites. Debes ser clara con las cosas que quieres que las demás personas respeten y comunicarlo de manera tranquila, pues podría suceder que las decisiones sobre el bebé que tú y tu pareja tengan no estén en consonancia con lo que tu madre o suegra desean.
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Este tipo de cosas puede provocar roces y molestias para todos. Así que si alguien quiere ayudarte, puedes pedirles pequeños encargos para evitar que se sientan rechazados, como por ejemplo, que hagan las compras de la despensa, ayudarte a cocinar, bañar al bebé, etc.
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Mima y déjate mimar. Cuando el bebé llega a la vida de una pareja, los primeros días o semanas pueden resultar tan demandante que incluso no tengas mucho tiempo para ti ni para tu pareja.
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Sin embargo, debes procurarte a ti misma y a tu relación, tener un espacio para ambos. Comparte con tu pareja cómo te sientes y escúchalo también, además de hacer que participe en la crianza del bebé desde el primer instante.
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La lactancia. Es muy importante y necesaria para el desarrollo del bebé, pero no siempre es posible instaurarla o mantenerla por mucho tiempo, además de que tampoco es obligatorio el mantenimiento natural aunque esta decisión sea criticada y poco entendida y respetada.
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Debemos entender que cada madre primeriza es diferente, así que lo que ella decida hacer no tiene porque darle un sentimiento de culpa, pues el apego a un hijo no depende de amamantarlo o no, sino de la actitud de la mamá con él.
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No despilfarres. Es comprensible que, cuando se trata de tu primer bebé, quieras comprarle cuanta cosa se te cruce en el camino, pero gastar en exceso puede meterte en muchos problemas, además de que no todo lo necesitará tu hijo.
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Antes de comprar algo piensa en si es necesario y si puedes comprarlo sin afectar otros gastos como la despensa o el medicamento. Recuerda que siempre debes hacer compras inteligentes y no por impulso.
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Date un tiempo. Si eres de las mamás que no pueden pasar mucho tiempo sin hacer mucho, probablemente te costará trabajo adaptarte a la maternidad en los primeros días, pues querrás volver a hacer las mismas actividades de antes aunque ya tengas a tu bebé en casa.
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Sin embargo, debes saber que los recién nacidos necesitan de una vida de calma, sin prisas y sin estrés, pues el movimiento constante los altera mucho, los hace dormir mal y los vuelve irritables. Así que deberás posponer tu ritmo normal de vida por al menos unos días o reducirlo lo más que puedas.
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Grupos de ayuda. Aunque la pareja, la familia y los amigos pueden resultar grandes consejeros y escuchar lo que tienes que decir, tener un grupo similar a ti, de madres primerizas, puede ayudarte bastante, pues podrás compartir tus inquietudes con mujeres iguales a ti, además de que te sentirás comprendida y acompañada.