Carlos Gregorio era una joven de 16 años originario de Guatemala. Se entregó a la Patrulla Fonteriza en mayo del año pasado cuando cruzó la frontera, pero al estar bajo custodia se enfermó y 7 días después murió. Su padre le cuenta a Jorge Ramos que su hijo pretendía llegar a EEUU porque quería ayudar a su familia y tener una vida mejor.