Marlen Esparza: por revolucionar el boxeo femenino

Esta primavera Marlen Esparza tomó la decisión de empezar a boxear como profesional, después de haber ganado una medalla olímpica de bronce y 12 campeonatos nacionales amateur consecutivos.

En su segunda pelea profesional tomó una polémica decisión. En vez de los dos minutos habituales para mujeres pugilistas, pidió boxear rounds de tres minutos como lo hacen los hombres. Dicen que las mujeres presentan riesgos adicionales de seguridad debido a una mayor tasa de conmociones cerebrales, pero Esparza difiere y cree que ese tercer minuto es necesario para poder entrar en ritmo, para dominar mejor al contrincante. "Si los hombres tienen tres minutos para mostrar lo que hacen, creo que las mujeres también merecen tres minutos", ha dicho esperando cambiar así la historia de la disciplina.

Desafiar los cánones no es algo nuevo para ella. Esparza empezó a boxear cuando tenía 11 años porque su papá era un gran fanático del deporte, pero tuvo que rogarle para que la entrenara. Fue víctima de muchas burlas, pero nada la detuvo. "Nací para romper barreras".

Su estilo es agresivo y certero. Ella lo explica diciendo que en cada ronda que pelea, es ella la que da el primer golpe.

Esparza fue la primera mujer estadounidense en clasificar en el boxeo femenino de unos Juegos Olímpicos, modalidad que debutó en Londres 2012, en ese certamen obtuvo la medalla de bronce.

Como parte de su entrenamiento corre todos los días, a veces corre cuatro millas a cualquier ritmo, a veces dos lo más rápido que puede. Es siempre diferente. Cuando lo hace en Houston, su ciudad de nacimiento, hay gente que la reconoce y la acompaña. "Me odiaría a mí misma si renunciara solo porque mi camino se vuelve difícil. Entonces me vuelvo más fuerte y peleo. No es que quiera, es que tengo que hacerlo".