El sargento Jody Stinger, experto en técnicas de sometimiento policial, testificó en el juicio sobre el caso de George Floyd que el uso de la fuerza aplicada contra él fue excesivo. Stinger explicó que cuando Floyd se resistió a los agentes cuando lo intentaban introducir dentro del vehículo policial, y en ese momento, ellos tenían justificación para aplicar la fuerza. Sin embargo, una vez que Floyd cayó esposado en el suelo y detuvo su resistencia, los expolicías también deberían haber disminuido la intensidad de sus acciones.